Barack Obama asumió oficialmente como el presidente número 44 de Estados Unidos en el Capitolio, Washington, ante los ojos de millones de estadounidenses y de telespectadores en todo el mundo que presenciaron un momento inolvidable.
En medio de una ceremonia que costó unos 160 millones de dólares, Obama escribió hoy una nueva página en la historia de Estados Unidos al jurar sobre la Biblia y decir "desempeñaré con fidelidad el cargo y defenderé la Constitución de EEUU".
Ante los connotados invitados y los cientos de miles de personas que hicieron cola desde tempranas horas de la mañana para acceder a la zona del Nacional Mall, Obama no pudo evitar ponerse nervioso por la emoción del momento e incluso debió pedir al presidente del Supremo, John Roberts, quien le tomó juramentó, que repita un fragmento de la declaración
La temperatura bajo cero no impidió que los millones de almas congregadas en el recinto vitorearan al nuevo presidente a su llegada al gritar al unísono "Obama, Obama, Obama" y hacer sentir el porque debieron soportar estrictos controles de seguridad y realizar largas caminatas al lugar de la ceremonia: la "Obamanía" es el nombre de la fiebre norteamericana.
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